Seguridad en las Redes Sociales

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Advierten en México que las redes sociales albergan fotos y vídeos de sexting adolescente

Según la ASI –organización civil mexicana dedicada a proporcionar orientación a alumnos y maestros acerca de los peligros a los que se exponen a través de Internet y dispositivos móviles– el sexting, fenómeno popular sobre todo entre los adolescentes de 12 a 16 años, es protagonizado más por las mujeres que por hombres: según sus encuestas, el 90% de las personas que se autograban desnudas o en poses eróticas, son mujeres.

Para otra organización, la estadounidense ConnectSafely, las principales razones para el sexting son: romance juvenil, coqueteo, lucimiento, impulsividad, presión de los amigos, venganza, intimidación y chantaje.

Los destinatarios de las imágenes de sexting son principalmente, según estos estudios:

  1. alguien que les gusta (21%);
  2. el novio (20%);
  3. el ex novio (19%);
  4. amigos en general (18%);
  5. su mejor amigo (14%);
  6. desconocidos (11%)
  7. compañeros de clase (4%)

ASI realizó una amplia encuesta (más de 10.000 estudiantes de cuarto de primaria hasta tercero de secundaria: 85% entre los 12 y 16 años) que reveló que casi el 8% de estos jóvenes reconocen haber enviado imágenes suyas desnudos o semidesnudos a conocidos o extraños.

El 36,7% de los encuestados dijo conocer a alguien que ha enviado o reenviado imágenes de ese tipo, y el 10,2% reconoció haber enviado mensajes de e-mail o de SMS con insinuaciones sexuales (sexting textual).

Según la ASI si los porcentajes de sus encuestas se extrapolan al total de internautas de esas edades, significaría que en todo México 4 millones de jóvenes conocen a alguien que ha enviado imágenes de sexting.

Sin embargo la mayoría de estos jóvenes desconoce que esto puede ser un delito. Para los responsables de la Unidad de Investigación Cibernética de la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal, el sexting podría calificarse como pornografía infantil, persiguible de oficio.

Como muestra de a dónde pueden llegar las fotos y vídeos de sexting, mencionan el siguiente caso: a comienzos de 2011 un padre mexicano denunció que en YouTube se había publicado un vídeo de su hija de 15 años manteniendo relaciones sexuales con un adulto.

Otras redes sociales son lugar más habitual donde encontrar sexting: niñas menores de edad suben este tipo de fotos a redes sociales online como MetroFlog, Facebook, etc. Las autoridades mexicanas advierten de que esto puede proporcionar información a potenciales abusadores sexuales, ciberacosadores, explotadores sexuales, pornógrafos o pederastas.

Según otra encuesta de ASI, los adolescentes reconocen en un 10,5% haberse enamorado de las personas con quienes mantienen contacto por Internet, y un porcentaje similar confesó que habla de sexo ocasional o usualmente por Internet.

Fuente: AM.com.mx

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Zing, efear… Los nuevos términos del sexting en las redes sociales

Enviar por celular y subir a internet fotos personales de desnudos es una práctica para tener más “amigos” en las redes sociales

La fotografía de Martha circula profusamente en la red. Justo para eso se la envió a Kapo0. Sabía que necesitaba una imagen atrevida para que éste decidiera subirla a su metroflog, de modo que se descubrió el torso, garabateó con lápiz labial sobre su pecho unos corazones y la palabra «Kapo0», y frente al espejo se hizo con su celular aquel autorretrato (o zing) hoy tan exitoso.

Esta forma virtual de relación entre adolescentes y jóvenes se llama sexting. Fenómeno relativamente nuevo, consiste en hacerse fotografías o videos con teléfono celular o cámara, semi o totalmente desnudos (as), en poses atrayentes, para enviarlas (o efear) por mensaje de texto o correo electrónico a contactos personales.

Sexting es la fusión de sexualidad y mensajes vía móvil, define Marian Merritt, especialista en seguridad en internet de Symantec Corporation. «Los jóvenes quieren expresar algo de sí mismos para tener amistad o relacionarse con más gente», y lo hacen intercambiando fotografías de desnudos propios. Un problema es que, a la larga, esto puede equivaler a un tatuaje, en el sentido de marcar a un joven de por vida.

Planeta sexting

La comunidad flogger -como se denominan los usuarios de las redes sociales- define al zing como un recurso para tener popularidad; suele ser una foto propia donde el protagonista aparece con el nombre de usuario, trazado sobre su cuerpo, de quien quiere que la suba a su espacio personal o metroflog, en el caso de la red Metroflog.com.

Martha, Alininta, Tania, Liliana y montones floggers que como ellas se identifican con nombres ficticios, se hacen zing concebidos para atraer el interés de otros floggers como Kapo0, quien sólo fija un requisito: «Si tu zing es sexoso rápidamente estará en mi Metro, si tu zing es normal!!! si estará pero tardará unos días en ser subido». Entre los asiduos a Metroflog.com, el popular Kapo0 es conocido también como El Rey de los Zing, debido a la cantidad de fotografías disponibles en su metroflog, enviadas por adolescentes y jóvenes adultas que se las tomaron sólo para él.

Los floggers acuñaron, además, el verbo efear, cuyo «profundo e indiscutible significado -precisan en mensajes- es: agrégame a tus favoritos para que alcance la inmortalidad en un flog, lo único que necesitas obligatoriamente es estar ´bien buena (o)´ y posar con diminutas ropas, sin que tus padres se enteren. Nada del otro mundo».

¿Qué buscan?

Hay en la red toda suerte de interpretaciones moralistas y superficiales del sexting. En el blog ¿acid opple?, por ejemplo, Nelson opinó: «Hacer sexting es la forma de atraer firmas y tener un book (libro) lleno de comentarios, lo que significa supuestamente popularidad, pero que tal si alguien estuviera enamorado de una persona y de pronto la ve siendo una chica sexting, qué onda? las personas sexting quieren casarse, o formar pareja, o qué? no les jode andar mostrándose así tan libremente, ofreciendo la desnudez a sólo un click».

Más allá, existen algunos hallazgos. La encuesta «Sex and Tech» («Sexo y Tecnología»), realizada por la organización The National Campaign to Prevent Teen and Unplaneed Pregnancy (Campaña Nacional para Prevenir el Embarazo Adolescente y no Planeado) entre mil 280 estadounidenses de 13 a 26 años, reveló que una de cada cinco chicas menores y uno de cada tres varones adolescentes entrevistados aceptó haber enviado fotos personales de desnudos o semidesnudos.

Se encontró también que, en general, las encuestadas buscaban obtener algo de los jóvenes a los que les enviaron las imágenes (una cita, atención, afecto, aceptación), aunque 51% de ellas reconoció haberse sentido presionada por los muchachos para enviarles fotos y 40% dijo que envió sus imágenes con contenido sexual «como broma». A su vez, 29% de los varones adolescentes consideró que ellas lo hicieron esperando establecer un vínculo con ellos.

Mirian Merritt, de Symantec Corporation, da rostro a estas cifras: «usualmente las jovencitas son las que envían sus fotos, confían en la gente a la que mandan sus imágenes, no reflexionan, lo consideran normal, como una expresión de amor». El riesgo, añade, son las consecuencias de algo que ellas están haciendo con naturalidad, al buscar la aceptación de los demás. Ni los jóvenes ni los padres parecen comprender lo grave que puede ser para el futuro de ellos esta práctica. «Cuando un joven sube a la red una imagen suya pierde absolutamente el control de ella y desconoce los usos que otras puede darle».

Machismo en el sexting

El Instituto de la Mujer en España publicó el estudio la Violencia de Género desde el Arte e Internet, en la revista Tecnología de la Información y Comunicación Educativas, en noviembre de 2008, según el cual, en la red se observa el fortalecimiento de estereotipos y la violencia sobre el «cuerpo» virtual que recrea a la mujer. Ésta es una nueva forma de dar rienda suelta a las respuestas que genera el modelo patriarcal en el que sustentamos valores. Es un modelo que sigue apoyado en una positiva relación del hombre con el sexo y una aún reprochable y pecaminosa relación de la mujer con el mismo, de manera que ésta termina siendo considerada, a veces, como objeto sexual.

Por su parte, el análisis de los sitios Fotolog.com, Sexiflog.com, Metroflog.com y Sexyono.com ha permitido a Islas Carmona reflexionar sobre patrones machistas de los flogger: «Es una conducta del mundo análogo que se está repitiendo en el digital y ha ganado notoriedad y popularidad. Además, se modifica de forma silenciosa la percepción del cuerpo de los propios niños y adolescentes, la imagen que tienen de sí mismos y cómo pueden ser objeto de una calificación positiva el poder exhibirlos con toda la libertad posible».

El hecho de que las jóvenes exhiban sus cuerpos para ser evaluadas por hombres las coloca en una situación de desventaja, se convierten en víctimas grotescas del machismo, concluye.

Alfabetización digital, apremiante

No se trata de satanizar las redes sociales, sino de enseñar a los usuarios a protegerse. Islas Carmona se refiere a la alfabetización digital para que los navegantes obtengan el mejor aprovechamiento posible y los padres se formen en el uso de las nuevas tecnologías, aprendiendo los desafíos que impone la cibercultura. «La alfabetización digital tiene que ser pensada más allá de lo digital, de acuerdo con el rol que actualmente estamos jugando como padres, como maestros, ante estos problemas. Tenemos que concentrarnos en ofrecer a los jóvenes una navegación segura, confiable y productiva. Es usar concientemente la tecnología», señala.

Los jóvenes están haciendo un uso despreocupado, explicable porque son adolescentes, que debe ser alertado por padres y maestros; «tenemos que hacerles entender que sus actos en internet repercuten en su vida», dice.

Cerca de 73% de los jóvenes incluidos en «Sex and Tech» dijo tener conciencia de que este tipo de fotos y videos podían atraer graves consecuencias, pero que de aún así lo hicieron.

Marian Merritt cree que cuando se es joven es más factible tomar estos riesgos; «en una mente inmadura, las emociones asociadas con el hecho de conducir velozmente un automóvil o de experimentar con el sexo cuando no se tiene la edad adecuada para ello, a menudo pesan más que los peligros».

En la era de internet existen pocos secretos y nada es totalmente anónimo. Todo lo que puede ser digitalizado será reenviado una y otra vez.

Fuente: El Universal